www.paquebote.com > Jorge Ordaz
Prólogo de José Doval y epílogo de Julio Quintanares. 224 pp. 17x12. Enc. editorial. KRK Ediciones. Oviedo, 2004.
Las fabulaciones siempre corren el riesgo de fracasar ante la conciencia colectiva de su irrealidad. La tropología y el discurso metafórico pueden quedar reducidos a un paralogismo o encerrar un sofisma. Y de la percepción de éstos y la evidencia de aquélla se deriva fatalmente la certeza de la falsedad como atributo del texto. Pero cuando se entrevera adecuadamente la irrealidad supuesta con lo irrefutablemente sabido, o la ficción consciente con lo verídico ignorado, lo figurado adquiere la categoría, o al menos la presunción, de realidad. La proposición, aunque no precisamente racionalista, es de corte cartesiano: puede ser, luego es.
• ISBN: 9788423923427
• Estado: Bueno.
Primera edición, Madrid, 1989.
El anónimo protagonista de estas insólitas confesiones, un liberal atrapado en la turbulencia del absolutismo de la época fernandina, vive con una única y obsesiva pasión: los libros. Pasión que, en gran medida, será la causa de los más cruciales cambios en su existencia y también de sus más intensos placeres.
En estas páginas el narrador pasa revista a su pintoresca trayectoria vital, desde su inicial aversión a los libros, que le obliga a destrozarlos, hasta sufrir una pasión desmedida por ellos. Deseo o arrebato, tal vez sufrimiento, que le lleva a devorarlos en el seno del selecto Book eater's club londinense.
En las páginas de esta novela habitan excéntricos personajes de vidas dramáticas y misteriosas, conducidos por la suave ironía del autor. El particular fetichismo de Jorge Ordaz (Barcelona, 1946), sus reflexiones y curiosa erudición acerca del mundo de los libros, sin duda seducirán al lector, haciéndole participar de tan sorprendente inclinación.
14 pp. Separata facticia de los Cuadernos de Estudios del Siglo XVIII. Nº 10-11. Universidad de Oviedo, 2000-2001.
222 pp. 21x14. Enc. editorial. Editorial Pez de Plata. Asturias, 2011.
1941. Tras el bombardeo de Pearl Harbor, las tropas japonesas desembarcan en Filipinas ocupando la ciudad de Manila. Durante la Segunda Guerra Mundial la capital se convertirá en el campo de batalla que enfrentará a los americanos con el imperio nipón y que culminará, en 1945, con el fin de la ocupación japonesa.